El tener un gato protege su hogar de los fantasmas. 

 Cuando escuchamos hablar sobre animales protectores, la mayoría pensamos en nuestros perros. Un extraño entra a su casa… ¿a quién prefiere que se encuentren primero, a su perro o a su gato? La mayoría diría que a su perro. Los gatos son más reconocidos por sus misteriosas nueve vidas, su ternura y sus travesuras que por sus poderes de protección. Mientras que un intruso de carne y hueso pueda sentirse atemorizado por un perro, existe otro tipo de intruso que no estará muy feliz de encontrarse con su gato – las malas energías.

 ¿Sabían que los rusos, antes de mudarse, suelen llevar un gato a su casa nueva para eliminar las energías  indeseables y generar una energía positiva? Los gatos tienen una poderosa fuerza astral que repele naturalmente las energías negativas y crea energía positiva.

 ¿Alguna vez se han dado cuenta de que su gato se queda mirando a un espacio en particular o empieza a merodear en un área específica de su casa? Podría ser porque su gato está sintiendo energía negativa en esos espacios y está tratando de asegurarse de que su hogar esté protegido de las entidades que la crean. Son capaces de emboscar y atrapar a la maldad en su poderoso campo de energía y correrla de su casa. Si hay una maldición en su casa, su gato también puede protegerla. Su gato funciona como un amuleto protector o como un talismán. Su gato puede ser su escudo ante las maldiciones de los demás. 

 El gato era uno de los muchos animales hermosos cuyos atributos se veneraban en el Antiguo Egipto. Se lo asociaba sobre todo con la protección. 

 Los egipcios identificaban a los leones con la figura del Sol, el gato, al ser un felino, pertenece a la misma familia de animales que el león y  inicialmente era una encarnación del Dios del Sol Ra,  pero sumamente alcanzó   su influencia  cuando se lo consideró encarnación de la Diosa Bastet,  símbolo de la fecundidad y de la belleza, y se representó con una cabeza de gato. La diosa simbolizaba la luz, el calor y la energía solar, pero también, debido a sus rasgos felinos, representaba el misterio, la noche y la luna. Además, se pensaba que ayudaba a la fecundidad de hombres y animales, que curaba enfermedades y que velaba las almas de los muertos.

 Pues los gatos terminan siendo leones que con sus ojos combaten la oscuridad, llegando a ser los animales más sagrados en cultura egipcia, teniendo réplicas en templos y pirámides con el fin proteger a los dioses.